A 2025, contar con un proyecto de adaptación basado en ecosistemas para el sector eléctrico que ayude a las empresas del sector asegurar el cumplimiento de sus objetivos estratégicos.
Con el fin de contribuir al fortalecimiento de la competitividad de la industria minero-energética ante los escenarios del clima cambiante y alcanzar los lineamientos de largo plazo sectoriales, el sector de minas y energía ha abordado su proceso de adaptación al cambio climático a partir de tres líneas estratégicas: infraestructura resiliente, información para la adaptación y gestión del entorno.
La meta seleccionada, se basa en la línea estratégica de gestión del entorno del Plan integral de Gestión al Cambio Climático Sectorial (PIGCCS) que comprende los esfuerzos de los actores públicos y privados del sector minero-energético en la gestión de los riesgos climáticos de los territorios con desarrollo minero-energético para disminuir su vulnerabilidad y los efectos negativos sobre la operación sectorial, así como para mantener una adecuada gobernanza sectorial territorial ante los posibles eventos climáticos adversos.
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